jueves, 26 de diciembre de 2019

Observar los cambios estacionales

allí donde en la vida se suceden,
cual recordando lo que nunca acaba,
el estallido de la yema nueva
y el caer funeral de la hojarasca,
allí, Señor del tiempo
te siente eterno el alma.

         José Mª Gabriel y Galán


Con el paso de las estaciones se observan en la naturaleza una serie de cambios que tienen relación con la evolución del tiempo atmosférico a lo largo del año, así como con el carácter de éste respecto al clima de un territorio. Es muy importante, para los animales y las plantas de regiones templadas o frías, adaptarse a las estaciones. Esta adaptación se observa en distintos ciclos, tanto de actividad y letargo, como en los de desarrollo. En el caso de los árboles podemos señalar cuatro momentos o fases especialmente significativas: foliación, floración, fructificación y comienzo del reposo vegetativo.
En Japón y en China, se ha observado, y celebrado, la floración del cerezo y el melocotonero desde épocas remotas. En Europa, las primeras observaciones realizadas con un cierto método son las que empezó a realizar el inglés Robert Marshan en 1736, dando origen a la fenología, ciencia que estudia los fenómenos biológicos que se presentan periódicamente siguiendo ritmos estacionales y que tienen relación con el clima y el curso anual del tiempo atmosférico en un determinado lugar.

El factor fundamental que influye en la fenología de las especies es el fotoperiodo o duración relativa del día y la noche, que sirve para reconocer de forma fiable la época del año, pero a su vez este es modulado por variables climáticas (como la temperatura, la precipitación, la insolación o la humedad relativa) y climático-edáficas (como la humedad del suelo).

Los datos fenológicos son importantes para entender los procesos de interacción entre la atmósfera y la biosfera, sobre todo de cara a las aplicaciones agrarias y como complemento en los estudios de cambio climático. 
En estas observaciones los árboles ocupan un lugar destacado. Así, por ejemplo, en la red fenológica del Instituto Nacional de Meteorología se observan en la actualidad 87 especies, de las cuales 15 son frutales y 34 corresponden a otro tipo de árboles y arbustos, incluidos algunos ornamentales. Los árboles urbanos nos brindan la oportunidad de seguir de cerca estos cambios estacionales.

martes, 26 de noviembre de 2019

Jabonero de China


Nombre en euskara: Koelreuteria

Nombre científico: Koelreuteria paniculata

Familia: Sapindáceas

Origen: China, Corea, Japón.

Este ejemplar se encuentra en la estación de tren de Portugalete.


Árbol de porte mediano (entre 7 y 12 m), de hoja caduca. Forma redondeada.

Las hojas son alternas, pinnadas, con 7-15 folíolos irregularmente dentados.
Flores amarillas dispuestas en panículas, que es un tipo de inflorescencia con racimos que van disminuyendo su tamaño a medida que se forma el ápice.

El fruto es una cápsula con forma de farolillo, de color rosado-rojizo en la madurez. Permanecen marrones durante el invierno en el árbol, por lo que también se le conoce como árbol de los farolillos.
Es un árbol de crecimiento lento y una longevidad media (en torno a los 120 años).

Se cultiva como árbol ornamental en regiones de zonas templadas de todo el mundo por la estética de sus flores, hojas y frutos

Recibe el nombre de jabonero por la saponina que contiene toda la planta, pero en especial las semillas. Esta sustancia produce espuma y ha sido empleada como limpiadora.

El nombre genérico (Koelreuteria) fue otorgado en honor a Joseph Gottlieb Kölreuter (1733-1806), botánico alemán, médico, profesor de Historia Natural y Director del Jardín Botánico de Karslruhe. El nombre específico (paniculata) significa "con panículas” y hace referencia a la disposición de sus flores.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Mitigar el cambio climático

El cambio climático es una de las mayores amenazas a las que nos enfrentamos. No solo es una amenaza de futuro. Actualmente ya está causando importantes impactos en el medio ambiente, la salud, la economía y el bienestar humano. La principal causa del cambio climático es la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, entre los que se encuentra el dióxido de carbono (CO2). La lucha contra este fenómeno requiere, por lo tanto, evitar esta concentración progresiva de gases en la atmósfera, reduciendo las emisiones y aumentando su absorción. 

Los árboles son parte de la solución en la medida que participan en ambos procesos. En primer lugar, los árboles ayudan a disminuir el consumo energético, con la consiguiente reducción de emisiones de carbono. Por ejemplo, la colocación correcta de árboles alrededor de los edificios puede reducir la necesidad de aire acondicionado en un 30 por ciento, y reducir las facturas de calefacción en invierno entre un 20 y 50 por ciento.

En segundo lugar, los árboles (las plantas en general) mediante el proceso de la fotosíntesis, captan dióxido de carbono de la atmósfera y generan oxígeno. Un árbol puede absorber hasta 150 kg de CO2 al año.

Por tanto, una de las medidas que podemos, y debemos, adoptar es la de plantar más árboles, también en las ciudades, también en Portugalete.


Árbol, buen árbol, que tras la borrasca
te erguiste en desnudez y desaliento,
sobre una gran alfombra de hojarasca
que removía indiferente el viento…
                           Antonio Machado

martes, 15 de octubre de 2019

Árbol de Júpiter


Nombre en euskara: Indimitrea

Nombre científico: Lagerstroemia indica

Familia: Lythraceae


Este ejemplar se encuentra en el Cementerio municipal.


Origen: China, Japón, Indochina e Himalaya.
Pequeño árbol de hoja caduca. Alcanza hasta 8 metros.
Tronco decorativo, corteza lisa, grisáceo asalmonada, que se exfolia en láminas.
Las hojas son pequeñas y verde oscuras.
Las flores, de distintas tonalidades de rosa, aparecen en inflorescencias densas, tipo panículas.
El fruto es una pequeña cápsula (1cm aprox.) de color café.
Su velocidad de crecimiento es media alta. No es longevo, vive en torno a los 100 años. Resiste bien la contaminación.
Se utiliza como planta ornamental. Apropiada para jardines pequeños. Resulta atractiva durante todo el año. En primavera, las hojas, cuando brotan, tienen un color cobrizo. En verano presenta una floración espectacular. En otoño las hojas se tornan amarillas y naranjas. En invierno destaca el tono y la coloración del tronco.
Planta introducida en Europa poco después de la mitad del siglo XVIII.
Linneo lo describió y le dio el nombre del  naturalista sueco Magnus von Lagerstrôm, quien le hizo llegar varios ejemplares. El específico deriva de su procedencia.

martes, 24 de septiembre de 2019

Baño de bosque

El Shinrin-Yoku, vocablo acuñado en los años 80 del siglo pasado en Japón e inspirado en el budismo, consiste en dejar que la naturaleza entre por los cinco sentidos. Podríamos decir que es un “baño de bosque”. Se trata, básicamente, de pasear por un entorno natural poniendo atención al olor que desprenden las plantas, el rumor de las hojas de los árboles movidas por el viento y toda la gama de colores y texturas que el entorno nos ofrece. 



Sabemos por propia experiencia que estar en entornos naturales nos relaja y ayuda a sentirnos bien. Esta percepción subjetiva viene respaldada, además, por una serie estudios científicos que están aportando evidencias del impacto de la naturaleza en nuestra salud y bienestar. Así, por ejemplo, se ha comprobado que un paseo por la naturaleza reduce la concentración en nuestra saliva de cortisol (hormona asociada al estrés y la ansiedad) el ritmo cardiaco y la presión arterial.


Para gozar de estos beneficios no hace falta irse a bosques recónditos. Podemos aprovechar las zonas verdes cercanas y los parques urbanos. Incluso, la simple contemplación del verde natural ayuda. Se han realizado estudios que muestran que los pacientes que tenían vistas de árboles desde la habitación del hospital tuvieron un postoperatorio más corto, necesitaron menos analgésicos y valoraron más positivamente la atención sanitaria.
Como señala Miyazaki, uno de los pioneros en estos estudios, la clave puede estar en que el ser humano ha estado la mayor parte de su vida evolutiva en contacto con la naturaleza y es ahí donde se siente más cómodo y a gusto. Nuestras funciones fisiológicas están todavía adaptadas a este medio.

En las sendas pensamos cosas puras,
uno al lado del otro, fugitivos,
cogidos de la mano, y pensativos
en medio de las flores más oscuras.
Paul Valéry, El bosque amigo

lunes, 2 de septiembre de 2019

Carpe

Nombre en euskara: Xarma

Nombre científico: Carpinus betulus

Familia: Betuláceas

Muy por encima de esas calles de aflicción
cuatro enormes carpes arañaban el cielo,
cada rama una silueta de nieve,
un espectáculo para paralizar el ojo
para aturdir la mente y calentar el corazón
esa naturaleza podría producir tal arte.

Felix Dennis, Los carpes (The Hornbeams)


Este bonito ejemplar se encuentra en el Parque Los Llanos.


Especie propia del centro de Europa y el suroeste de Asia.
Árbol de hoja caduca que puede alcanzar 25 m de altura. De corteza grisácea, tiene tronco estriado u ondulado y denso follaje. 
Las hojas son alternas (de 4-9 cm de largo), semejantes a las del haya, con nervios muy marcados, márgenes serrados y terminadas en punta.
Las flores masculinas y las femeninas nacen por separado en grupos colgantes en primavera.  
Los frutos son secos, y se disponen en racimos colgantes que poseen unas brácteas (hojas modificadas) trilobuladas, con el lóbulo central más largo que los laterales, lo que facilita su dispersión por el viento.

El carpe produce una madera pesada, de tono blanquecino, muy resistente y dura, apreciada en tornería. Por su gran resistencia al golpe, con ella se elaboran mazos, bolos, bolas, rodillos de madera, etc. Como combustible posee un elevado poder calorífico.

El carpe está incluido en los catálogos de especies amenazadas y protegidas del País Vasco y de España. 
Se planta como ornamental en parques y jardines. En otoño adquiere bellos matices de color.

Carpinus era el nombre con que los romanos designaban al carpe y a su madera; betulus alude a su semejanza con el abedul, Betula, que pertenece a la misma familia.

martes, 13 de agosto de 2019

Figuras insólitas (juego)

Cualquier momento es bueno para tomarnos un momento de relax, echar a volar la imaginación y ver de otra forma lo que nos rodea (árboles en este caso). Se trata de buscar siluetas o formas curiosas. 

El juego será libre, esas formas las podemos buscar (y encontrar) en cualquier parte del árbol (tronco, ramas, copa, raíces visibles...). 

Dependiendo de la luz y las sombras que se proyecten, los colores, el área seleccionada, la perspectiva elegida y la imaginación que pongamos, podemos descubrir caras, personajes, animales, formas insólitas y creativas obras de arte.
Si estamos en grupo, será divertido compartir las visiones de cada persona, y comprobar que ante una misma realidad vemos cosas diversas y complementarias. 
Pobres cosas afligidas que asumían formas de hombres
y formas de bestias;
grandes gorgonas no reclamadas
por la afable fantasía de la infancia.
¿Debo entonces declarar que para siempre fueron mutiladas?
Altos álamos se retorcían como serpientes decapitadas,
y cipreses, con largos cuellos distorsionados, …
      Frank Belknap Long, Árboles nocturnos.


martes, 23 de julio de 2019

Lluvia de oro

Nombre en euskara: Laburnoa
Nombre científico: Laburnum anagyroides


Familia: leguminosas

Las redes gris doradas de la luna
hacen de la noche un velo,
los faroles del dormido lago
persiguen zarcillos de laburno.
Los juncos escondidos susurran
a la noche un nombre —el de ella—
y mi alma es toda un goce,
un desfallecimiento de vergüenza.
James Joyce, Solo

Este ejemplar se encuentra en el Parque La Florida.

El laburno o lluvia de oro es un pequeño árbol de hoja caduca, que alcanza poco más de 9 metros de altura.
Originario del centro y sur de Europa. Tiene una copa ligera que produce una sombra abierta.

Las hojas son alternas, están compuestas por tres foliolos y tienen un peciolo muy largo. Florece de forma espectacular en primavera, con llamativos racimos colgantes de flores amarillas, aromáticas, que miden hasta 24 cm. Los frutos son unas vainas marrones de unos 8 cm.
  

Es uno de los arbustos más tóxicos de Europa. Todas las partes son venenosas especialmente las semillas, pues contienen un alcaloide denominado "citisina".
Tolera la polución y su tasa de crecimiento en condiciones favorables es rápida.
En cuanto al nombre, Laburnum, del latín, significa Lluvia de oro. Anagyroides, quiere decir parecido al género Anagyris.

sábado, 6 de julio de 2019

Sonoridades

No hace mucho, dos investigadores de la universidad de Stanford,  mediante de una nueva técnica denominada sonificación de datos, transformaron una ingente cantidad de datos relativos a un bosque de cedros de Alaska en música.

Pero no es necesario ir tan lejos, ni disponer de una tecnología tan sofisticada, para descubrir la estrecha relación existente entre árboles y música. Desde siempre, el ser humano ha usado la madera para fabricar instrumentos musicales, seleccionando y combinado diferentes maderas (la mayoría de instrumentos incorporan diferentes tipos) para conseguir la acústica deseada.

Un buen ejemplo es la txalaparta: dos soportes (cestos, caballetes, banquetas, etc.), sobre los que se pone algún material aislante (hoja de maíz, tela de saco, hierba seca, etc.), y sobre ello un tablón que es golpeado con palos. Profunda, espiritual, sugerente, hipnótica… pura música de los árboles.


lunes, 17 de junio de 2019

Manzano

Nombre en euskara: Sagarrondoa
Nombre científico: Malus domestica
Familia: rosáceas

La manzana es un manzano
y el manzano es un vitral
el vitral es un ensueño
y el ensueño un ojalá
ojalá siembra futuro
y el futuro es un imán
el imán es una patria
patria es humanidad
   La manzana es un manzano. Mario Benedetti


Este ejemplar está en el jardín de frutales de La Florida. 


Es un árbol de mediano tamaño (unos 4 m de altura).  Su domesticación parece comenzar hace más de 15 000 años en la región fronteriza entre Kazajistán y China. En Europa fue introducida por los romanos.

Especie caducifolia, de copa redondeada abierta y numerosas ramas que se desarrollan casi horizontalmente. El tronco tiene corteza agrietada que se desprende en placas.

Las hojas, de corto peciolo, son ovaladas, generalmente de bordes aserrados, de fuerte color verde y con pubescencia en el envés. 
El manzano florece en primavera antes de la aparición anual de sus hojas. Las flores, de 5 pétalos, son blancas, frecuentemente veteados de rojo o rosa.

El fruto, la manzana, suele madurar hacia el otoño y es una buena fuente de vitaminas. Se come en fresco o seca, y con ella se pueden elaborar compotas, mermeladas, sidra, vinagre o distintos tipos de licores.

La manzana aparece en numerosas historias relacionadas con la mitología, la religión y el floklore. Manzanas célebres son, por ejemplo, la de Blancanieves, la de Guillermo Tell, la de Newton, la de Eva, la que Paris concedió a afrodita, provocando indirectamente la guerra de Troya, o las manzanas de oro que Heracles debía recoger del Jardín de las Hespérides.

Malus era el nombre que le daban los romanos a los manzanos, y domestica hace alusión al hecho que está domesticado y cultivado desde tiempos inmemoriales.

lunes, 3 de junio de 2019

Bosque comestible


En una entrada anterior (Beneficios de los árboles urbanos) señalábamos que 
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os árboles pueden contribuir al aumento de la seguridad alimentaria y nutricional local, ya que proporcionan alimentos, como frutas, frutos secos y hojas. Hoy nos hacemos eco de una idea que se está desarrollando en diferentes ciudades del mundo, algunas tan cercanas como Avilés o Vitoria-Gasteiz. 

Un bosque comestible es un “huerto” diseñado para obtener alimentos mientras mantiene los beneficios de un sistema natural, como es el bosque.
Un bosque comestible dispone de todo tipo de plantas. Lo que se pretende es aprovechar sus características, y tener en cuenta cómo se desarrollan para minimizar la competencia y maximizar la cooperación entre ellas. Se organiza por capas, y puede tener los siguientes estratos:

-       Árboles altos o medianos: castaños, nogales, manzanos, perales, etc.

-       Árboles pequeños: nectarinas, almendros, melocotoneros, etc.

-       Arbustos: arándanos, frambuesas, grosellas, etc.

-       Enredaderas y plantas trepadoras: vid, kiwi, madreselva, pepino, etc.

-       Hierbas y plantas perennes: leguminosas, solanáceas, etc.

-       Plantas de cobertura y rastreras: fresas, capuchinas, tréboles, etc.

-       Estrato “bajo el suelo”: cultivos de raíz, bulbos, tubérculos, etc.


El jardín de frutales de La Florida (en la foto) podría ser el germen de un bosque comestible en Portugalete. ¿Por qué no?

Simbólico festín. Amplia y espesa
enramada de vides forma el techo;
y de la hierba húmeda en el lecho,
tendida se halla la silvestre mesa.
             José Santos Chocano

martes, 21 de mayo de 2019

Ginkgo

Nombre en euskara: Ginkgoa
Nombre científico: Ginkgo biloba

Familia: Ginkgoáceas

Las hojas de este árbol, que desde Oriente
han venido y mi jardín adornan,
un oculto sentido tienen, que al sabio
de reflexión le brindan materia obvia.
¿Será este árbol extraño algún ser vivo
que un día en dos mitades se dividiera?
¿O dos seres que tanto se comprendieron,
que fundirse en un solo ser decidieran?

Goethe, Ginkgo biloba

Este joven ejemplar se encuentra en la rotonda de la calle Practicantes Adán y Grijalba.

Árbol caducifolio originario de China. Puede alcanzar 40 m de altura. Tiene copa estrecha y algo piramidal. La corteza es de color pardo grisácea o pardo oscura, con surcos y hendiduras muy marcadas.

Las hojas, de color verde claro y de entre 5-15 cm, son planas y con forma de abanico.

Es una especie dioica: existen ejemplares masculinos y femeninos. Los masculinos presentan inflorescencias amarillas. En los femeninos, las flores se encuentran en grupos de 2 o 3, produciendo “frutos” ovoides, del tamaño de una ciruela, de color pardo amarillento y textura carnosa. Al abrirlas despiden un olor rancio ya que contienen ácido butírico.

El término ginkgo, procedente del chino, significa fruto plateado. Biloba hace referencia a los dos lóbulos de las hojas.

Darwin llamó a este árbol fósil viviente ya que sus parientes aparecieron en el planeta hace más de 250 millones de años, antes que las flores y los dinosaurios. Actualmente es una curiosidad botánica, un árbol singular sin parientes vivos.

Aun siendo muy primitivo, o quizá por ello, es resistente al ataque de microorganismos, insectos y hongos. Es una especie muy longeva, puede llegar a vivir más de mil años.

Unos meses después del estallido de la bomba de Hiroshima, en la primavera de 1946, a poco más de un kilómetro de distancia del lugar de la explosión, un viejo ginkgo rebrotó entre las ruinas, transformándose en símbolo de renacimiento y esperanza.

lunes, 6 de mayo de 2019

Haya

Nombre en euskara: Pagoa      
Nombre científico: Fagus sylvatica

Familia: Fagáceas

Las hayas son la leyenda.
Alguien, en las viejas hayas,
leía una historia horrenda
de crímenes y batallas
¿Quién no ha visto sin temblar
un hayedo en un pinar?
     Antonio Machado, Las encinas


Este joven ejemplar se encuentra en la Plaza José Mª Martínez de las Rivas.


Árbol caducifolio de porte majestuoso que alcanza los 40 m. Originario del centro y oeste de Europa. Tiene una corteza lisa y gris. Sus ramas se disponen horizontales sobre el tronco principal, de manera que proyecta una densa sombra bajo su copa.

Las hojas son simples, alternas, ovaladas, con los nervios muy marcados, miden 5-10 cm de largo y tienen el margen entero.

Las flores nacen en amentos colgantes y suelen pasar desapercibidas.

Los frutos, denominados hayucos, tienen una llamativa cubierta leñosa o erizo con pinchos blandos que alberga en su interior 2 o 3 semillas de sección triangular.

De crecimiento lento, puede llegar a vivir 300 años.
Planta forestal de gran importancia, típica de nuestros montes.
La madera de haya es muy apreciada porque es fácil de tallar, tornear, pulir y apenas tiene entrenudos. Además, por destilación, se obtiene creosota, un compuesto aromático desinfectante de la madera, y alquitrán. También es buena para quemar y producir carbón vegetal, a pesar del dicho popular: “Mal haya carbón de haya”.

Los frutos son comestibles, muy nutritivos y energéticos, pero su abuso produce malestar de vientre y aerofagia. Hay un refrán que dice: “Estratifica con maña, hayuco, bellota y castaña”.

Fagus era el nombre que le daban los romanos al haya, a sus frutos y a su madera; sylvatica quiere decir ‘de las selvas’, ‘de los montes’.

martes, 23 de abril de 2019

Libros y árboles


Los árboles como los libros tienen hojas  
y los márgenes lisos o recortados,
y tapas (es decir copas) y capítulos
de flores y letras de oro en los lomos.
     Jorge Sousa Braga, Los árboles y los libros

En este 23 abril, día del libro, queremos hacer referencia a un aspecto que suele pasar desapercibido: la estrecha relación existente entre libros y árboles. En otras entradas del blog hemos hablado del poder evocador de los árboles, que ha quedado reflejado en numerosas obras literarias. En esta ocasión, sin embargo, nos centraremos en el hecho de que los árboles han sido, son y en gran medida van a seguir siendo, la base física de los libros.

Aunque existen referencias previas, la invención del papel se atribuye a Cai Lun, consejero del emperador de China, quien en el año 105 d.C., obtuvo este nuevo material. El método consistía en mezclar diferentes tipos de fibras (como corteza de morera, cáñamo y seda, entre otras) con agua, y machacar la mezcla hasta conseguir la separación de las fibras. Esta pasta se ponía sobre un molde poroso y se prensaba hasta conseguir una fina lámina.
Esta técnica fue custodiada por China como un secreto de estado durante largo tiempo. Sin embargo, el avance del papel por otras culturas fue imparable. La entrada del papel en Europa se realizó en el siglo VIII, con la presencia árabe en la península Ibérica.

Aquel fue el predecesor del papel existente en nuestros días, que se fabrica con las fibra de celulosa, procedente fundamentalmente de la madera. Cuando esa fibra se utiliza por primera vez se llama fibra virgen, y cuando a través del reciclaje la recuperamos y la volvemos a utilizar como materia prima para elaborar papel la llamamos fibra reciclada. Pero en realidad se trata de la misma fibra en momentos diferentes de su ciclo de vida.

Hubo árboles antes de que hubiera libros, y acaso cuando acaben los libros continúen los árboles. Y  acaso llegue la humanidad a un grado de cultura tal que no necesite ya de libros, pero siempre necesitará de árboles, y entonces abonará los árboles con libros.

     Miguel de Unamuno

domingo, 14 de abril de 2019

Descubrir el secreto de la primavera


Tú querías que yo te dijera
el secreto de la primavera.
Y yo soy para el secreto
lo mismo que es el abeto.
Árbol cuyos mil deditos
señalan mil caminitos.


¡Ay! No puedo decirte, aunque quisiera,
el secreto de la primavera.

       Federico García Lorca.



Hace unos días nos juntarnos, de nuevo,  para celebrar la vida. Elegimos uno de esos caminitos de los que habla el poeta, en el parque dedicado a Ignacio Ellacuría, de cuyo asesinato se cumplirán en noviembre 30 años.
Tuvimos la oportunidad de acercarnos a los árboles, y preguntarles por el secreto de la primavera, porque, como dijo Hermann Hesse, “quien sabe hablar con ellos y sabe escucharlos, descubre la verdad. Ellos no predican doctrinas ni recetas. Predican, indiferentes al detalle, la originaria ley de la vida”.
Nos acompañaron en nuestras indagaciones Juan Ramón Jiménez, Amy Levy, Federico García Lorca, Eyra Harbar y otros cómplices literarios. Gracias.

lunes, 4 de marzo de 2019

Fotos vivas (juego)


Cuando observamos algo a primera vista no nos fijamos en todos los aspectos por igual. Mientras algunos nos llaman la atención, otros pasan desapercibidos. Una observación desde otra perspectiva, otra mirada, puede modificar o complementar esa impresión. Por otra parte, ante una misma realidad cada persona percibe diferentes matices.

Cómo jugar:
Formamos parejas. Una persona será “el fotógrafo” y la otra “la cámara”. El fotógrafo coloca su "cámara", que tendrá que estar con los ojos cerrados, ante lo que quiere fotografiar (en este caso árboles). Cuando el fotógrafo apriete ligeramente el hombro y diga "clic", la "cámara" abrirá y cerrará los ojos con rapidez. Tras sacar la foto, se apartan ambos del lugar para hacer el "revelado": la "cámara" cuenta su foto al fotógrafo. Posteriormente, vuelven al sitio y a la perspectiva de la foto y comentan las diferencias y semejanzas entre la foto tomada por la cámara y lo que quería sacar el fotógrafo. Se repite el proceso cambiando los papeles y, posteriormente, se comentan las experiencias de cada persona.

He visto un árbol más alto que todos los demás,
colgaban de él frutos inalcanzables;
     Edith Södergran, He visto un árbol

domingo, 10 de febrero de 2019

Magnolia de Soulange


Nombre en euskara: Soulange magnolia
Nombre científico: Magnolia × soulangeana.

Familia: magnoliáceas.

Entre las hojas brillantes y agudas se posaban en primavera, con ese sutil misterio de lo virgen, los copos nevados de sus flores. Aquel magnolio fue siempre para mí algo más que una hermosa realidad: en él se cifraba la imagen de la vida.
   Luis Cernuda, El magnolio

Este ejemplar se encuentra al comienzo de Avenida Abaro.

Árbol pequeño, de hasta 6 metros de altura. Es un híbrido, que se obtuvo cruzando dos especies de magnolia.
Las hojas, caducas, son elípticas y anchas con nervadura mediana.

De floración temprana, las flores, que aparecen antes que las hojas, son grandes y llamativas, blanquecinas o rosadas, con forma de tulipán (a veces recibe el nombre de magnolio tulipán).

Al igual que el resto de magnolios, los frutos tienen forma de piña, de color anaranjado y cubiertos de pelusa.
Tiene un ritmo de crecimiento rápido, y puede vivir entre 30 y 100 años. 

Magnolia es el nombre genérico otorgado en honor a Pierre Magnol, botánico francés. Soulange era el nombre de quien la cultivó por primera vez, en Francia, en el siglo XIX (Soulange-Bodin).


Es apreciado en jardinería porque presenta una floración espectacular y no exige grandes cuidados, ni presenta problemas específicos (púas peligrosas, toxicidad, alergias, bayas que ensucien el pavimento…).