sábado, 17 de febrero de 2024

Árboles en la pintura (1)

Los árboles están en el planeta desde mucho antes que el ser humano. Dependemos de ellos, y han sido un poderoso símbolo desde el principio. El Génesis cuenta que en el Edén había toda clase de árboles, y menciona, en concreto, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. No es de extrañar, por tanto, que aparezcan en las manifestaciones artísticas de todos los tiempos.

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Del Antiguo Egipto nos ha quedado, por ejemplo, una imagen sorprendente. Se trata de una pintura en la Tumba de Tutmosis III (1479-1426 a. de C). En ella, Isis aparece como “fuerza fecundadora de la naturaleza”, en forma de árbol amamantando al Faraón después de su muerte. Se trata del árbol sagrado del sicomoro (Ficus sycomorus). Considerado como el árbol de la vida, estaba asociado a Isis, y era muy valorado por su densa sombra, así como por sus frutos, los higos, y su madera, que era utilizada para la elaboración de muebles y sarcófagos. 

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No podían faltar en la cultura clásica. En la imagen adjunta aparece una pintura al fresco, que se encontraba en la Villa de Livia, esposa del emperador Augusto. El tema del jardín tuvo gran relevancia en el planteamiento figurativo de Augusto, quien vio en la prosperidad de la naturaleza la mejor alusión a felicitas temporum, consecuente con la Pax Augusta.

 

Fuentes consultadas:

https://artsupp.com/

https://plantasyjardin.com/

https://es.wikipedia.org/