jueves, 29 de junio de 2023

Más verde, menos gris

Recuperar ríos urbanos, convertir aparcamientos en pequeños parques o naturalizar los patios escolares son algunas de las medidas que cada vez más municipios están poniendo en marcha. Una estrategia que hasta hace poco parecía imposible: quitar hormigón y asfalto para reintroducir la naturaleza en las ciudades, hacerlas más habitables y mitigar los efectos de la emergencia climática.

Es el caso de Lleida, donde están desarrollando un proyecto que contempla crear 
corredores verdes con grandes árboles, trayectos por los que la gente pueda recorrer la ciudad de un extremo a otro sin que le falte una sombra bajo la que cobijarse. Los árboles, los arbustos y las plantas son una buena medida ante el calor, protegiendo el suelo de los rayos directos del sol y dispersando humedad. El asfalto o el cemento, por el contario, contribuyen al llamado efecto de isla de calor urbana.

Además de árboles, plantarán arbustos y otras plantas que atraigan a los polinizadores y a las aves, sustituyendo superficies duras como asfalto o cemento por otras permeables que permitan que el agua de lluvia penetre en el suelo.

Se trata, además, de ensayar un modelo de calles diferentes, que estén diseñadas para poder jugar, pasear o simplemente descansar en un entorno con mayor presencia de elementos naturales. 

Una experiencia, como otras muchas, de la que podemos aprender.

Fuentes consultadas:

https://ctxt.es/

https://www.eysmunicipales.es/

 

 


miércoles, 7 de junio de 2023

Junio

Huele a verano, la fragancia de los tilos y de los aligustres nos lo anuncia. 

Son los días más largos del año. Hay muchas horas de luz solar, y los árboles la aprovechan de una forma maravillosa. El “milagroso” proceso, que conocemos con el nombre de fotosíntesis, transforma la luz del sol, el agua del suelo y el dióxido de carbono del aire en hidratos de carbono, es decir, en moléculas con alto contenido energético. En este proceso, además, se produce el oxígeno que necesitamos para respirar.

Podemos seguir disfrutando de flores espléndidas como las del tulipero, la jacaranda, el kiwi, el palmito o el magnolio. 

Aparecen los frutos de verano. ¡Es tiempo de cerezas, de ciruelas…! ¡y de moras! Aquellas flores que adornaban las ramas a comienzos de primavera han propiciado los apetecibles frutos que evocan años de infancia. 

 

Ay, presuroso junio nunca mío,

invisible entre puros resplandores,

mortales horas en terribles goces,

¡cómo alzabas mi ser, crecido río,

en júbilos sin voz, mudos clamores,

viva espada de luz entre dos voces!

Octavio Paz, Sonetos – IV