martes, 14 de enero de 2020

Madroño

Nombre en euskara: Gurbitza
Nombre científico: Arbutus unedo

Familia: Ericáceas

Porque no quería tener
algo en nada
se ha ido:
más allá de las dunas azules,
entre madroños y píritus
de negra espina.
Allí
donde dos ríos se unen
como semblantes de soledad.


     Igor Barreto, El árbol de mango

Este joven ejemplar se encuentra en el Parque de las laderas de Azeta.

El madroño es un pequeño árbol perenne que puede alcanzar los 8 m de altura, tiene una copa densa y globosa. Es una especie fundamentalmente mediterránea, aunque también se distribuye por otras áreas.
La corteza es pardo-rojiza, agrietada y escamosa, que se desprende en plaquitas. Las ramillas jóvenes son rojizas, volviéndose grisáceas con el tiempo.
Las hojas son simples, alternas, lanceoladas, de color verde intenso brillante por el haz y mate por el envés, de 8-10 cm de largo y de borde serrado.
Las flores son blancas o rosado-claras, aparecen en grupos colgantes al final del otoño o a comienzos del invierno y tienen forma de campanita cerrada.
Los frutos al madurar tienen un aspecto granulado, carecen de piel, son carnosos, redondeados, de 2-3 cm, rojos o de naranja intenso en el exterior y amarillo-anaranjados por dentro. En invierno se pueden ver flores y frutos maduros a la vez.
Con los frutos se elaboran mermeladas, confituras y bebidas alcohólicas. La madera es densa, muy dura, de excelente calidad como leña y muy apropiada para hacer carbón vegetal. Sirve para tallar pequeñas piezas como cuencos y cubiertos.

Arbutus es el nombre que los romanos daban al madroño y a sus frutos; unedo procede de edo, que significa comer, y unus o uno, es decir, ‘comer sólo uno’, aludiendo al hecho de que los frutos del madroño al madurar fermentan y contienen cierta cantidad de alcohol, por lo que su consumo excesivo puede provocar borracheras o dolores de cabeza.