martes, 26 de noviembre de 2019

Jabonero de China


Nombre en euskara: Koelreuteria

Nombre científico: Koelreuteria paniculata

Familia: Sapindáceas

Origen: China, Corea, Japón.

Este ejemplar se encuentra en la estación de tren de Portugalete.


Árbol de porte mediano (entre 7 y 12 m), de hoja caduca. Forma redondeada.

Las hojas son alternas, pinnadas, con 7-15 folíolos irregularmente dentados.
Flores amarillas dispuestas en panículas, que es un tipo de inflorescencia con racimos que van disminuyendo su tamaño a medida que se forma el ápice.

El fruto es una cápsula con forma de farolillo, de color rosado-rojizo en la madurez. Permanecen marrones durante el invierno en el árbol, por lo que también se le conoce como árbol de los farolillos.
Es un árbol de crecimiento lento y una longevidad media (en torno a los 120 años).

Se cultiva como árbol ornamental en regiones de zonas templadas de todo el mundo por la estética de sus flores, hojas y frutos

Recibe el nombre de jabonero por la saponina que contiene toda la planta, pero en especial las semillas. Esta sustancia produce espuma y ha sido empleada como limpiadora.

El nombre genérico (Koelreuteria) fue otorgado en honor a Joseph Gottlieb Kölreuter (1733-1806), botánico alemán, médico, profesor de Historia Natural y Director del Jardín Botánico de Karslruhe. El nombre específico (paniculata) significa "con panículas” y hace referencia a la disposición de sus flores.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Mitigar el cambio climático

El cambio climático es una de las mayores amenazas a las que nos enfrentamos. No solo es una amenaza de futuro. Actualmente ya está causando importantes impactos en el medio ambiente, la salud, la economía y el bienestar humano. La principal causa del cambio climático es la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, entre los que se encuentra el dióxido de carbono (CO2). La lucha contra este fenómeno requiere, por lo tanto, evitar esta concentración progresiva de gases en la atmósfera, reduciendo las emisiones y aumentando su absorción. 

Los árboles son parte de la solución en la medida que participan en ambos procesos. En primer lugar, los árboles ayudan a disminuir el consumo energético, con la consiguiente reducción de emisiones de carbono. Por ejemplo, la colocación correcta de árboles alrededor de los edificios puede reducir la necesidad de aire acondicionado en un 30 por ciento, y reducir las facturas de calefacción en invierno entre un 20 y 50 por ciento.

En segundo lugar, los árboles (las plantas en general) mediante el proceso de la fotosíntesis, captan dióxido de carbono de la atmósfera y generan oxígeno. Un árbol puede absorber hasta 150 kg de CO2 al año.

Por tanto, una de las medidas que podemos, y debemos, adoptar es la de plantar más árboles, también en las ciudades, también en Portugalete.


Árbol, buen árbol, que tras la borrasca
te erguiste en desnudez y desaliento,
sobre una gran alfombra de hojarasca
que removía indiferente el viento…
                           Antonio Machado