viernes, 30 de noviembre de 2018

Lazarillo (juego de exploración)

La vista es el sentido que "más usamos" a la hora de explorar o reconocer un lugar. Sin embargo, cuando falta, los demás sentidos se agudizan y tenemos sensaciones que habitualmente pasan desapercibidas.

Cómo jugar:
Se forman parejas compuestas por guía e invidente (con los ojos tapados). La persona que hace de guía conduce a su pareja hasta un árbol situado a unos metros del punto de partida y le invita a explorarlo por medio de todos los sentidos (excepto el de la vista). Tras unos minutos de exploración, vuelven al punto de origen y después de quitarse el pañuelo, la persona guiada intenta reconocer el árbol explorado. Si tiene dificultades, su guía le puede ayudar. 
Una vez acabada la experiencia, 
se invierten los papeles.

Tras el juego, podemos comentar lo que hemos experimentado: ¿qué hemos sentido junto al árbol?, ¿hemos tenido sensaciones de las que no somos conscientes cuando utilizamos la vista?...

Los juegos presentan una gran versatilidad y ofrecen muchas posibilidades para cambiarlos y adaptarlos a diferentes situaciones. En nuestro caso, por ejemplo, esta actividad puede servir para comprender la realidad de las personas invidentes, situándonos en su posición.
  
Un día el mundo se quedó en silencio;
los árboles, arriba, eran hondos y majestuosos,
y nosotros sentíamos bajo nuestra piel
el movimiento de la tierra.

Tus manos fueron suaves en las mías
y yo sentí la gravedad y la luz
y que vivías en mi corazón.

Todo era verdad bajo los árboles,
todo era verdad. Yo comprendía
todas las cosas como se comprende
un fruto con la boca, una luz con los ojos.

           Antonio Gamoneda,  Existían tus manos.

sábado, 17 de noviembre de 2018

Arce rojo

Nombre en euskara: Astigar gorria
Nombre científico: Acer rubrum

Familia: Aceráceas

Caminé por la orilla del arroyo, absorto en su belleza. Luego llegué más abajo a un llano estrecho en forma de valle entre dos faldas, abierto por obra del agua. Era un valle de arces. Había allí arbolitos cubiertos de decenas de miles de hojas escarlata, y el arroyo parecía hablarles de amor.
            Hari Prasad Shastri

Este joven ejemplar se encuentra en el Parque Doctor Areilza.

Originario del Este de Norteamérica, este árbol caducifolio puede llegar a alcanzar treinta metros de altura. De crecimiento relativamente rápido, tiene un tiempo de vida medio.

Las hojas, de 5-10 cm, tienen 3-5 lóbulos dentados irregulares. La parte superior de la hoja es verde claro y la parte inferior es blanquecina. Los tallos de las hojas son normalmente rojos, como las ramas. Las hojas cambian a un rojo brillante en otoño.

Las flores son de un único sexo, con flores masculinas y femeninas en grupos separados, aunque normalmente en el mismo árbol. Las femeninas son rojas con 5 pétalos muy pequeños normalmente en la punta de las ramas. Las masculinas no son más que estambres amarillos salientes de pequeños brotes en las ramas.

Los frutos son sámaras de color rojo o marrón. Tienen una longitud de unos 2 cm de longitud y terminan en parejas.

Acer (afilado) es el nombre genérico referido a las puntas características de las hojas o a la dureza de la madera que, supuestamente, se utilizaría para fabricar lanzas; rubrum: "de color rojo".

La madera es de color blanco y de grano fino, con muchas aplicaciones. Se emplea para muebles, revestimientos, instrumentos, mangos de herramientas, cajas etc. La savia se puede aprovechar para hacer jarabe de arce. Es ampliamente cultivado en parques y jardines.

martes, 6 de noviembre de 2018

¿Por qué caen las hojas?

Amo los árboles y me pregunto
¿Sentirán cuando sus hojas se desprenden?
¿Cuando caen balanceándose coquetas
sonriendo al viento que las mueve?
Me gusta darles nombres
acariciarlas suavemente preguntando...
 ¿Te duele la vida?
          Aurelia Snaidero, Amo los árboles.

La caída estacional de la hoja es un mecanismo de protección y ahorro que tienen los árboles de hoja caduca. En el otoño bajan las horas de luz, la radiación solar pierde fuerza, bajan las temperaturas y se ralentiza la fotosíntesis. El gasto energético que requiere mantener las hojas es superior a la productividad de las mismas y, como consecuencia, caen.
Es un proceso en el que intervienen diversas fitohormonas que producen cambios metabólicos en las hojas hasta provocar su caída. Por una parte, una capa de células especiales va creciendo en la base del peciolo (rabillo que une la hoja al tallo). A medida que esta capa celular crece, la hoja va quedando menos adherida a la planta hasta que el viento y otros movimientos terminan arrancando la hoja del árbol.
Por otra parte, antes de que se desprendan, el árbol absorbe los nutrientes de las hojas, la clorofila se degrada, y otros pigmentos (amarillos, anaranjados, rojizos…) que siempre han estado ahí, se dejan ver.