lunes, 21 de mayo de 2018

Rincones vivos


La biodiversidad urbana se ha convertido en un
indicador de sostenibilidad. Y es que la ciudad no tiene por qué ser un entorno extraño para la naturaleza. Establecer infraestructuras verdes, como parques y jardines, es una estrategia habitual para naturalizar la ciudad. Pero también se puede actuar en las calles e, incluso, sobre cubiertas, muros, terrazas… Cualquier rincón es bueno para potenciar la biodiversidad de la ciudad. Así, por ejemplo, cuando el espacio es reducido y no permite la presencia de árboles, podemos recurrir a otros elementos. Uno de ellos puede ser la vid o parra. Esta es una planta semileñosa y/o trepadora que cuando se deja crecer libremente puede alcanzar más de 30 m, pero que si la poda anualmente queda reducida a un pequeño arbusto. 
El cultivo de la vid fue una importante actividad en Portugalete, donde el txakoli se servía en pequeñas jarras de barro, conocidas popularmente como jarrillas… 
Hoy en día, sin embargo, es difícil ver vides o parras en la Villa Jarrillera. ¿Por qué no recuperar una planta que dio carácter a este rincón junto a la ría?                            

    Aquella vid abrazada
    en el álamo frondoso
    pinta un bosquejo glorioso
    de insensible enamorada.

        Tirso de Molina, Poesías líricas.

lunes, 7 de mayo de 2018

Sauce llorón


Nombre en euskara: Zume negartia

Nombre científico: Salix babylonica


Familia: Salicáceas


La llama en derredor del tronco ardiente
por besar otra llama se desliza,
y hasta el sauce inclinándose a su peso,
al río que lo besa, vuelve el beso.
         Gustavo Adolfo Bécquer, Rima IX


Este hermoso ejemplar se encuentra en el jardín de la escuela Virgen de la Guía.

Procedente de China, este árbol caducifolio puede llegar a los 15m de altura. De porte elegante, tiene ramas delgadas, largas, flexibles y péndulas.
Corteza fisurada pardo oscura.
Hojas lanceoladas muy estrechas, de color verde claro.
Amentos masculinos amarillos, los femeninos son verdes.
Fruto: pequeña cápsula blanco amarillenta, que al abrirse libera semillas blancas y sedosas.
De crecimiento rápido, tiene una longevidad media.
Salix era el nombre latino del sauce. Babylonica hace referencia a Babilonia, en Mesopotamia, ya que se creía que era nativo de esa zona.
A menudo se asocia el sauce llorón con la añoranza y la nostalgia. La tradición cristiana dice que protegió de la lluvia a la Virgen María en la huida a Egipto.
Podemos encontrar sauces en muchos lugares. De hecho, constituyen el grupo de árboles que más se ha extendido por el planeta, y esta difusión ha dado lugar a una gran variedad de especies, más de trescientas. 
De la corteza del sauce se extrae una substancia, la salicina, a partir de la que se puede obtener el ácido acetilsalicílico, principio activo de medicamentos como la aspirina.