Nombre en euskara:
Gaztainondoa
Nombre científico: Castanea
sativa
Castaños sin historia arrojarán
su florecilla al suelo blanquecino.
Un ámbito de tarde en perfección
tan desarmada humildemente opone,
por fin venciendo, su fragilidad
a ese desbarajuste sólo humano
que a golpes lucha contra el mismo azul
impasible, feroz también, profundo.
Jorge
Guillén, Tarde mayor
Este hermoso ejemplar se
sitúa en los terrenos del antiguo Colegio Nuestra Señora del Carmen.
Es un árbol caduco originario de Europa meridional y Asia
Menor. Puede alcanzar los 30 m de altura y un gran desarrollo en grosor. Su tronco
es grueso y corpulento. La corteza es parda, oscura y se agrieta
longitudinalmente con la edad, adquiriendo un característico estriado oblicuo,
como si el tronco estuviera retorcido.
Las hojas
son simples, alternas, oblongo-lanceoladas. Tienen el margen serrado y una
longitud de 10-25 cm.
Las
flores aparecen en verano. Las masculinas se agrupan en largos y estrechos
filamentos amarillos, y las femeninas se disponen en la base de éstos.
Los frutos presentan una cubierta espinosa, llamada erizo, que
normalmente contiene dos o tres castañas.
Es un
árbol de crecimiento rápido y gran longevidad, se conocen algunos ejemplares
milenarios. Su madera es de gran calidad, dura y resistente, apta para vigas,
postes, tableros y muebles. Sin embargo, es mediocre como combustible.
En el
pasado, las castañas fueron un complemento alimenticio de gran importancia. Hoy
en día se siguen consumiendo solas o como ingrediente para la elaboración de
dulces, licores y guisos. Si se abusa de ellas pueden generar algún
problemilla, tal como reflejó Françoise Rabelais en Gargantúa: “Con
estas castañas y buen vino nuevo hétenos aquí transformados en compositores de
pedorretas”.
Su importancia
a lo largo de la historia queda reflejada en la toponimia, la música, la
literatura y el lenguaje popular. Así, por ejemplo, encontramos numerosas
expresiones relacionadas con el castaño o sus frutos: “en tiempos de
Maricastaña”, “sacar a alguien las castañas del fuego”, “pasa de castaño
oscuro”, “¡Toma castaña!”, “parecerse como un huevo a una castaña”.
Castanea es
un nombre romano derivado del griego Kastanon. El epíteto sativa quiere
decir ‘cultivada’, aludiendo a que sus frutos son comestibles.