martes, 24 de noviembre de 2020

Paseos y derivas

Este otoño nos ha regalado hojas de diferente tipo. Algunas de ellas las hemos juntado en este “Paseos y derivas”, donde los árboles también están presentes.

Pasear es salir, estar al aire libre, deambular, ver con nuevos ojos lo cotidiano, dialogar con el paisaje y el paisanaje, contemplar los árboles, apreciar los colores propios de cada estación…

El viento canta entre los árboles del parque y trae nubes que oscurecen un cielo blanco sucio, medio-negro, que anticipa lluvia. Decía Camus que el otoño es una segunda primavera, cuando cada hoja es una flor. Es cuando cada árbol deja ver su personalidad propia.

Las vi asomarse con el verde nuevo de primavera, y ahora contemplo su danza al caer. Poco a poco se alfombra el suelo, y entre los tonos ocres destaca el amarillo encendido del ginkgo, el sutil naranja del cerezo, el intenso rojo del arce o el apacible burdeos del liquidámbar. Caen las hojas que el viento vuelve a levantar, juegan a hacer remolinos y parecen volar…

martes, 3 de noviembre de 2020

Castaño

Nombre en euskara: Gaztainondoa 

Nombre científico: Castanea sativa

Castaños sin historia arrojarán
su florecilla al suelo blanquecino.
Un ámbito de tarde en perfección
tan desarmada humildemente opone,
por fin venciendo, su fragilidad
a ese desbarajuste sólo humano
que a golpes lucha contra el mismo azul
impasible, feroz también, profundo.

Jorge Guillén, Tarde mayor

Este hermoso ejemplar se sitúa en los terrenos del antiguo Colegio Nuestra Señora del Carmen.

Es un árbol caduco originario de Europa meridional y Asia Menor. Puede alcanzar los 30 m de altura y un gran desarrollo en grosor. Su tronco es grueso y corpulento. La corteza es parda, oscura y se agrieta longitudinalmente con la edad, adquiriendo un característico estriado oblicuo, como si el tronco estuviera retorcido.

Las hojas son simples, alternas, oblongo-lanceoladas. Tienen el margen serrado y una longitud de 10-25 cm.

Las flores aparecen en verano. Las masculinas se agrupan en largos y estrechos filamentos amarillos, y las femeninas se disponen en la base de éstos.

Los frutos presentan una cubierta espinosa, llamada erizo, que normalmente contiene dos o tres castañas.

Es un árbol de crecimiento rápido y gran longevidad, se conocen algunos ejemplares milenarios. Su madera es de gran calidad, dura y resistente, apta para vigas, postes, tableros y muebles. Sin embargo, es mediocre como combustible.

En el pasado, las castañas fueron un complemento alimenticio de gran importancia. Hoy en día se siguen consumiendo solas o como ingrediente para la elaboración de dulces, licores y guisos. Si se abusa de ellas pueden generar algún problemilla, tal como reflejó Françoise Rabelais en Gargantúa: “Con estas castañas y buen vino nuevo hétenos aquí transformados en compositores de pedorretas”.

Su importancia a lo largo de la historia queda reflejada en la toponimia, la música, la literatura y el lenguaje popular. Así, por ejemplo, encontramos numerosas expresiones relacionadas con el castaño o sus frutos: “en tiempos de Maricastaña”, “sacar a alguien las castañas del fuego”, “pasa de castaño oscuro”, “¡Toma castaña!”, “parecerse como un huevo a una castaña”.

Castanea es un nombre romano derivado del griego Kastanon. El epíteto sativa quiere decir ‘cultivada’, aludiendo a que sus frutos son comestibles.