sueño
dichas venideras,
o
canto las ya pasadas.
Carolina Coronado, Canción III
Como ya hemos comentado en alguna ocasión, el número de árboles de una ciudad es importante, pero tanto o más importante es el tamaño de esos árboles, la frondosidad de sus copas. Cuanto mayores son estas, mayor superficie foliar presentan y mayores beneficios proporcionan. De hecho, la cobertura de copa, la superficie cubierta por árboles, se usa como indicador del grado de naturalización de las ciudades y para valorar los servicios que prestan a la ciudadanía.
Nuevas investigaciones (1)
(2)
muestran que las copas frondosas de los árboles ejercen una beneficiosa
influencia en la salud física y mental de la gente, y que aumentar el dosel, la
cobertura de las copas de los árboles, es una buena inversión que puede mejorar
la salud y calidad de vida de las poblaciones urbanas, sobre todo de aquellas
con un nivel socioeconómico más bajo, ya que generalmente viven en zonas donde
las copas de las árboles suelen ser menores.
Los estudios revelan que pasear por espacios arbolados reduce la
presión arterial, mejora la agudeza mental, aumenta la memoria y reduce la
sensación de ansiedad.
(1) Health impact assessment of Philadelphia’s 2025 tree canopy cover goals. https://www.thelancet.com/pdfs/journals/lanplh/PIIS2542-5196(20)30058-9.pdf
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