sábado, 23 de julio de 2016

Árboles y ciudad. Fuente de bienestar

La conexión con la naturaleza nos ayuda a vivir bien. Está ampliamente demostrado que los entornos naturales producen efectos psíquicos y anímicos positivos. Conectarse emocional y físicamente con la naturaleza y la vida silvestre acarrea importantes beneficios, especialmente durante la infancia (Louv, 2008; Corraliza y Collado, 2015). Edward O. Wilson habla de una biofilia innata: necesitamos conectar con la naturaleza porque el ser humano está genéticamente vinculado a ella. Sin duda, el contacto con los elementos naturales en general, y con los árboles en particular, nos ayuda a satisfacer nuestras necesidades biológicas, emocionales y espirituales.
Los árboles tienen un efecto relajante, debido entre otras cosas al color predominante de las hojas, el verde. Además, lejos de ser monótono, cambia a lo largo del año, desde el momento del brote a las épocas de verano y otoño, cuando adquiere tonos ocres, amarillos o rojizos. Incluso en las especies persistentes, con la nueva brotación se produce un contraste cromático entre el verde claro de las hojas nuevas y el verde oscuro de las ya existentes. Favorecen, por otra parte, el esparcimiento y las actividades al aire libre, especialmente en verano; a su sombra resulta agradable descansar en un banco público, tomar un refresco en una terraza, hacer tertulias, pasear, jugar, etc. Pero no acaba aquí la influencia positiva de los árboles. Se han realizado estudios que muestran que los pacientes que tenían vistas de árboles desde la ventana del hospital tuvieron un postoperatorio más corto, con menos incidencias negativas y menos medicinas ingeridas que los que no tenían esas vistas[1].


CORRALIZA, J. A. y COLLADO, S. (2015). “La naturaleza cercana como moderadora del estrés infantil”, en Boletín Carpeta Informativa del CENEAM, noviembre 2015. http://www.magrama.gob.es/es/ceneam/articulos-de-opinion/2015-11-corraliza-collado_tcm7-400278.pdf

LOUV, R. (2008). Last Child in the Woods: Saving Our Children From Nature-Deficit Disorder, lgonquin Books of Chapel Hill, North Carolina.





[1] Ulrich, Roger S.: View Through a Window May Influence Recovery from Surgery, Science, 224. 1884 Science, Vol 224, Issue 4647, 420-421

domingo, 10 de julio de 2016

Cerezo

Nombre en euskara: Gereziondoa
Nombre científico: Prunus avium

Familia: Rosáceas


Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.
    Pablo Neruda. Poema 14,
     20 poemas de amor y una canción desesperada
     


Este hermoso ejemplar se encuentra en la calle Abatxolo, en la confluencia con la calle Palangreros.

Nativo de Europa y Asia occidental. De hoja caduca y ramas levantadas, alcanza los 20m de altura.
Corteza brillante pardo-rojiza que se desprende en tiras horizontalmente.
Hojas oval dentadas, con dos glándulas rojas en la unión con el peciolo.
Flores blancas agrupadas en pequeños haces, aparecen antes que las hojas.
El fruto es una drupa roja comestible: la cereza.
Es de crecimiento rápido, y tiene una longevidad media.
Avium, del latín, significa de los pájaros, ya que estos comen gustosamente sus frutos.
Prunus es el nombre latino del ciruelo silvestre. El género prunus comprende más de doscientas especies. Todos estos árboles presentan características similares, entre las que destaca su espectacular floración incluso antes de salir las hojas. Esta precoz floración indica el final de la estación fría.

lunes, 4 de julio de 2016

Cedro del Líbano

Nombre en euskara: Libanoko zedroa
Nombre científico: Cedrus libani

Familia: Pináceas


Se sacian los árboles de Yahvé,
los cedros del Líbano que él plantó;
allí anidan los pájaros, allí, en sus copas
tiene la cigüeña su casa;
               Salmo 104, Alabanza al Creador.



Este magnífico ejemplar se sitúa en el Parque Ignacio Ellacuría.


Árbol recio y perenne procedente del Mediterráneo oriental (Asia Menor y Líbano). Puede llegar a 40m de altura. A menudo la copa es plana por arriba, con las ramas superiores en un mismo plano.
Corteza grisácea.
Acículas agrupadas de color verde oscuro.
Conos femeninos grandes

Es de crecimiento lento y puede llegar a ser bastante longevo.

Representa la moderación y, al mismo tiempo, la grandiosidad.
El nombre específico libani significa procedente del Líbano.


domingo, 26 de junio de 2016

Árboles y ciudad. Un patrimonio vital

Los árboles son un patrimonio de la ciudad y un elemento característico de su paisaje. De hecho, los
árboles urbanos sanos son los elementos que más incrementan su valor con el paso del tiempo. Su valor crece exponencialmente con la edad ya que se convierten en recursos de imposible reposición. Forman parte de un patrimonio, un legado, que se transmite de generación en generación. Si cualquier árbol merece ser respetado, hay árboles singulares que merecen una protección especial.


El “plátano de Berkeley Square” es un buen ejemplo. Este monumental plátano de sombra (Platanus hybrida), que tiene unos 200 años y alcanza una altura de unos 30 metros, crece en el jardín central de Berkeley Square (Londres). En la primavera de 2008, fue tasado en 938.000 euros. Las autoridades londinenses querían dar a conocer la importancia de las especies cultivadas que adornan la ciudad, y sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de la flora urbana. Para ello realizaron una evaluación que traducía en dinero el valor botánico, estético y social de los árboles más singulares de Londres. El sistema de valoración tenía en cuenta el tamaño, el estado de salud del ejemplar, su importancia histórica y el número de personas que viven cerca de él para disfrutarlo.

sábado, 18 de junio de 2016

Cedro del Himalaya

Nombre en euskara: Himalaiako zedroa

Nombre científico: Cedrus deodara

Familia: Pináceas


Yo comprendo toda la pasión del bosque:
ritmo de la hoja, ritmo de la estrella.
Mas decidme, ¡oh cedros!, si mi corazón
Dormirá en los brazos de la luz perfecta.
       Federico García Lorca, Libro de poemas.



Este esbelto ejemplar se encuentra en el Parque Ignacio Ellacuría.


Árbol perenne de hasta 30m, procedente del occidente del Himalaya. Sus brotes primarios péndulos le dan un aspecto característico.
Corteza gris con escamas
Hojas: acículas de 2-5cm, de color verde oscuro.
Conos femeninos grandes con ápices redondeados, conos masculinos cilíndricos.

De crecimiento rápido, es bastante longevo. El nombre específico deodara proviene del sánscrito, y significa dedicado a Dios.

domingo, 12 de junio de 2016

Cedro del Atlas

Nombre en euskara: Atlaseko zedroa

Nombre científico: Cedrus atlantica

Familia: Pináceas


Pomposos cedros de olorosas flores,
ramas de mirra en lágrimas deshechas,
sin reparar en celos y sospechas,
cubridme, pues me veis morir de amores.
                             Lope de Vega, Soneto



Este magnífico ejemplar se encuentra en la calle Axular, en el jardín del colegio Virgen de la Guía.


Árbol de copa cónica, con las ramas espaciadas que parecen dispuestas en pisos. Es perenne, y puede alcanzar los 30m. Su origen se sitúa en las montañas del norte de África. 
Corteza escamosa y gris.
Las acículas (hojas en forma de aguja) son de color verde o azulado.
Conos masculinos de 3-5cm, cónicos. Conos
femeninos con el ápice plano o hundido.
La velocidad de crecimiento es media, y puede llegar a ser muy longevo.
El nombre específico atlantica deriva del latín atlanticus-a-um, del Atlántico o de la cordillera del Atlas.
Cedrus es el nombre clásico del cedro.

Los cedros son un grupo de coníferas de ramas largas y extendidas horizontalmente. Cuando son jóvenes tienen un porte cónico, de adultos adquieren una imagen espectacular, con las ramas dispuestas en amplios estratos horizontales. Las hojas son aciculares, como las de los pinos y abetos, pero reunidas en forma de brocha. Las piñas son ovales, erectas, de escamas apretadas. Las flores masculinas duran todo el verano en forma de conos verdes.

martes, 7 de junio de 2016

Árboles y ciudad. Valores estéticos y paisajísticos

Aportan belleza, variedad y dinamismo. Embellecen el entorno proporcionando variaciones  de forma, volumen y color a lo largo del día, de las estaciones y de la vida del árbol. La bóveda vegetal tamiza los rayos solares y amortigua la luz intensa, dando lugar a vibraciones y diferentes intensidades de luz. Tras la caída de la hoja, los árboles caducifolios muestran las hermosas tracerías que forman las ramas no alteradas por las podas. A esto habría que añadir la variedad de texturas y la delicada fragancia de aromas de flores, hojas y frutos. Por otra parte, el movimiento y sonido producido por las ramas y hojas mecidas por el viento acompaña los vuelos y trinos de los pájaros que encuentran en los árboles cobijo y alimento.

Constituyen un elemento imprescindible en la arquitectura urbana. Ya sea complementando una buena arquitectura, ya sea como elemento que la mejora cuando ésta es deficiente, los árboles aportan armonía, permiten diversificar espacios monótonos, delimitan espacios, ocultan o disimulan vistas desagradables, aumentan la intimidad y personalidad entre edificios, etc.

“El hombre se encuentra encorsetado entre la calle y los edificios con sus 1,75 metros de estatura, hace falta darle una medida proporcional capaz de darle placer, belleza, serenidad. ¡Es preciso plantar árboles!”

                                                                                                      Le Corbusier