lunes, 13 de mayo de 2024

Pequeños equipamientos de bienestar

Tendemos a crear grandes infraestructuras, y nos olvidamos de los pequeños equipamientos del bienestar, que nos permiten estar en contacto con la naturaleza y con los demás. Es algo que deberíamos tener en cuenta a la hora de organizar nuestros pueblos y ciudades, donde el automóvil ha ido ganando terreno. 

Sostiene Francesco Tonucci, pedagogo e impulsor del proyecto La ciudad de los niños, que estos, al igual que las luciérnagas, son indicadores ambientales. “Si vuelven ellas, significa que el aire está limpio. Si los niños vuelven a la calle, significa que hemos hecho bastante trabajo estructural y social para que esto pueda ser posible”.

Robert Musil, por su parte, decía que “hemos conquistado la realidad y perdido el sueño. Ya nadie se tiende bajo un árbol a contemplar el cielo a través de los dedos del pie”.

¿Por qué no acondicionar lugares para ello? Pequeñas praderas donde tumbarse, parques donde jugar, jardines donde despertar los sentidos, huertos donde contactar con la tierra, bancos donde sentarse bajo un árbol…

 

Hoy he visto en tus ramas la primera

hoja verde, mojada de rocío,

como un regalo de la primavera,

buen árbol del estío.

A.     Machado, Poema del árbol

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