martes, 11 de agosto de 2020

Peral

Nombre en euskara: madariondo

Nombre científico: Pyrus communis

Familia: Rosáceas

  

Los veo, por un dulce cambio,

maduros aquí y allí nacientes,

con sus frutos rubios y verdeantes

hacer una agradable mezcla

   Jean Racine, Los perales

 

Este ejemplar se encuentra en el jardín de frutales de La Florida

Especie originaria del este de Europa y del Cáucaso.

Pequeño árbol que raramente alcanza los 10 m de altura. Su copa es densa, la corteza grisácea y el porte variable.

Hojas caducas, simples, ovaladas, de margen entero o ligeramente serrado. Se disponen alternas o formando manojos.

Las flores nacen en grupos numerosos en abril y son de color blanco o blanco rosado.

El fruto, además de estar presente en nuestra alimentación, aparece con frecuencia en el lenguaje cotidiano a través de expresiones como “pedir peras al olmo”, “es la pera”, “es una perita en dulce”… o de refranes como “peral que no da peras, pocas visitas espera”; “Coma yo de la pera y móndela quien quiera”; “De las frutas, el pero; de los amores, el primero”.

Pyrus era el nombre que le daban los romanos al peral. El epíteto communis nos da una idea de su frecuencia y abundancia.

martes, 21 de julio de 2020

Símbolos de renacimiento


El 6 de agosto de 1945, hace ahora 75 años, la primera bomba atómica fue lanzada sobre Hiroshima. En unos segundos causó 160.000 muertos y tal devastación que, desde entonces, el mundo nunca volvería a ser el mismo.
Aunque durante un tiempo no quedó rastro de vida en la ciudad, algunos árboles resurgieron entre los escombros y la desolación. En Japón llaman Hibakujumoku a los árboles que sobrevivieron a la bomba atómica.

Entre ellos se encontraba un ginkgo que en poco menos de un año, a unos pocos kilómetros del hipocentro, brotó entre las ruinas de un antiguo templo budista. En la remodelación del edificio se mantuvo el árbol que pasó a ser un símbolo de renacimiento y veneración.

A su vez, la adelfa fue la primera especie que volvió a florecer en Hiroshima después de la bomba atómica, por eso es la flor oficial de la ciudad.
Dos especies que nos recuerdan el poder de regeneración de los árboles y la necesidad de trabajar para impedir que una barbarie como aquella se repita.

Al olmo viejo, hendido por el rayo

y en su mitad podrido,

con las lluvias de abril y el sol de mayo,

algunas hojas verdes le han salido.

         Antonio Machado, A un olmo seco


martes, 30 de junio de 2020

Granado

Nombre en euskara: Mingranondo  
Nombre científico: Punica granatum
Familia: Punicáceas

¡Granados en cielo azul!
¡Calle de marineros!
 ¡Qué verdes están los árboles,
 qué alegre tienes el cielo!».
   Juan Ramón Jiménez, Granados en el cielo azul

Este ejemplar se sitúa en el huerto de frutales de la Florida.

Es originario de la región que abarca desde Irán hasta el norte del Himalaya en la India; fue cultivado y naturalizado en toda la región del Mediterráneo desde la antigüedad. Se sabe de su cultivo desde hace al menos 5000 años.

El granado es un pequeño árbol muy ramoso, puede ser espinoso, que llega a alcanzar los 5 m. Tiene una corteza muy agrietada y nudosa en los ejemplares viejos.
Las hojas son caducas, algo coriáceas, simples y de forma entre lanceolada y oblonga.
Las flores son rojas, solitarias y muy vistosas. Al madurar forman un fruto comestible: la granada.
Muchos pueblos han visto la granada como un símbolo de amor, fertilidad y prosperidad. Según la mitología griega, el primer granado fue plantado por Afrodita, la diosa griega del amor y de la belleza.
Punica es el nombre que los romanos daban al árbol y sus frutos, y deriva de la ciudad de Cartago; granatum alude a los granos de su fruto.

martes, 9 de junio de 2020

Canciones de los árboles

…música que viene de árboles 
tañidos por el viento…
Al árbol le gusta entonar canciones
que el viento no recuerda.
    Adonis,  Homenaje al viento y a los árboles. 

La Fiesta europea de la Música se celebra cada año, el 21 de junio, a las puertas del verano. Es una celebración de la música que pretende valorar la diversidad de prácticas musicales, entre las que podríamos incluir las canciones de los árboles. Parece, por lo tanto, una buena ocasión para prestarles atención, y, para ello, nada mejor que las sugerencias que hacía el Archiduque Luis Salvador en su libro Canciones de los árboles.

Su modo de hablar y de cantar es distinto según sea la fuerza del viento y la edad de los árboles. Debemos escuchar atentamente el sonido de sus hojas y procurar descifrarlo: como un arpa suena la brisa en los laureles, el murmullo de los plátanos recuerda al barullo y los tumultos populares, el rumor de los chopos es alegre, como un baile infantil… Todo ello acompañado con los cantos de los pájaros que los frecuentan o el ritmo de la lluvia que cae sobre las ramas cubiertas de hojas.

Todo el mundo ha oído el susurro del viento entre la copa de los árboles. Sin embargo, no todos han llegado a escuchar sus voces, tan diversas según de qué árbol se trate; no todos han regalado el oído con sus canciones.
   Archiduque Luis Salvador. Canciones de los árboles

martes, 19 de mayo de 2020

Cerezo de flor japonés

Nombre en euskara: Japoniar gereziondo
Nombre científico: Prunus serrulataKanzan’

Familia: Rosáceas

Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.
   Pablo Neruda, 20 poemas de amor y una canción desesperada

Este ejemplar se sitúa en la Prolongación del Parque Ignacio Ellacuría

Nativo de Japón, Corea y China, es un árbol pequeño, caducifolio, con un tronco pequeño y una copa densa. La corteza es lisa y de color gris marrón, con lenticelas prominentes y horizontales.

Las hojas se distribuyen en forma alterna, tienen forma ovada-lanceolada, con un peciolo corto y un borde aserrado. Al final del otoño, las hojas adquieren tonos amarillo-rojizos.
Las flores, de color rosa-púrpura, surgen en primavera formando grupos sobre ramas aún desnudas.

El fruto es una drupa globosa negra de 8-10 mm de diámetro.

Se cultiva ampliamente como árbol ornamental por su bella floración, tanto en sus países de origen como en las regiones templadas del mundo.

El Prunus serrulata ‘Kanzan’ llegó a Europa, concretamente a Gran Bretaña, en 1913. El nombre de esta variedad (Kanzan) es una palabra tomada de la poesía clásica japonesa, que evoca una imagen nostálgica de la tierra o la aldea natal en un valle rodeado de montañas.

El cerezo de flor es uno de los símbolos más conocidos de la cultura japonesa, y durante el “Hanami” la gente celebra su floración, se reúne en los parques y comparte alimentos.

martes, 28 de abril de 2020

Desde la ventana

Veo a través de tu ventana,  
el árbol iluminado, la esperanza.
Déjalo así;
así deja el fogón encendido;
por la noche,
como un faro de esperanza y calor humano;
la abuela,
para aquél que baja de la montaña.

     Patricio Aguilar, El árbol en tu ventana



Escribía Pessoa, en el Libro del desasosiego, que no era en los anchos campos o en los jardines grandes donde veía llegar la primavera. Era en los pocos árboles pobres de una plazuela de la ciudad. Pero este año no hemos podido salir a las plazas, y hemos visto llegar la primavera desde la ventana.
Es conocida la influencia positiva de los árboles en nuestra salud física y mental. Incluso, aunque no podamos tocarlos ni pasear bajo ellos. Contemplar el verde desde la ventana ayuda, como mostró una investigación realizada en los ochenta: se valoró la recuperación de una serie de personas sometidas a la misma operación en distintas habitaciones de un hospital. Quienes podían ver árboles se recuperaron antes, necesitaron menos analgésicos y valoraron más positivamente la atención sanitaria que quienes no tenían verde a la vista (1). Es más, otras investigaciones muestran que la exposición a imágenes y sonidos de la naturaleza reduce el estrés y el dolor en los pacientes (2, 3).
La terrible situación que estamos viviendo, con el inapelable confinamiento, nos muestra, una vez más, la importancia de ver árboles por la ventana.



(1)    Ulrich, Roger S.: “View Through a Window May Influence Recovery from Surgery”, Science 224 (1984): 420-421.

(2)    Diette, G.B., Lechtzin, N., Haponik, E. y Devrotes, A., Rubin, H.R. “Distraction Therapy With Nature Sights and Sounds Reduces Pain During Flexible Bronchoscopya: A Complementary Approach to Routine Analgesia” Chest 123, nº 3 (2003): 941-948.

(3)    Ulrich, R.S. y Simons, R.F. “Recovery from stress during exposure to everyday outdoor environments” en Proceedings of the Seventeenth Annual Meeting of the Environmental Design Research Association, (Washington, DC: EDRA, 1986):115-122.


martes, 7 de abril de 2020

Saúco

Nombre en euskara: Intsusa

Nombre científico: Sambucus nigra

Familia: Adoxáceas


Ubicación: Paseo Marítimo


Jugaron luego en el camino lateral y plantaron un jardincito en la tierra; ella se sacó una flor de saúco del cabello y la plantó; y creció como hiciera aquel que habían plantado los viejos cuando niños…

     Hans Christian Andersen, El hada del saúco


Originario de las regiones templadas a subtropicales de ambos hemisferios, el saúco es un arbusto ramoso y de follaje denso que puede alcanzar la talla de un árbol, de hasta 7-9 m. El tronco y las ramas tienen una consistencia como de corcho y los tallos jóvenes son huecos, con una médula blanca en su interior.

Las hojas son caducas, opuestas y compuestas por 3-7 hojuelas, siempre en número impar. Son de color verde oscuro, con el margen finamente serrado, tienen forma ovalada y terminan en una punta alargada.
Las flores salen en primavera en grupos blanquecinos muy numerosos y compactos; son pequeñitas, pero muy vistosas y aromáticas.

Los frutos también aparecen en grupos numerosos, son algo menores que un guisante y negros al madurar.

Su crecimiento es rápido y su longevidad limitada, pues no suele pasar de los cincuenta años.

La madera de saúco no es de buena calidad. Con sus tallos huecos se elaboran silbatos, flautas y cerbatanas. Sus hojas se han usado para teñir de verde y sus frutos para teñir de negro o morado. Actualmente se utiliza como planta ornamental por la belleza de su floración y fructificación.

Sambucus era el nombre romano del saúco y deriva de la palabra griega sambuke, que es un instrumento musical hecho con su madera; nigra significa negro, por el color de sus frutos maduros.