Día del árbol

Fue Suecia el primer país que estableció, en 1840, un día dedicado al árbol. Aunque había lugares que llevaban tiempo celebrando la fiesta del árbol, como la pequeña localidad extremeña de Villanueva de la Sierra, donde empezaron en 1805. Fue más tarde, en 1915, mediante Real Orden del Ministerio de la Gobernación, cuando se instauró la Fiesta del Árbol en todo el territorio, instando a cada ayuntamiento a fijar el día de celebración mediante sesión ordinaria del pleno municipal.
Actualmente, el Día del Árbol se celebra en todo el mundo, aunque en fechas diferentes, dependiendo del clima, que determina la época más propicia para que los árboles arraiguen. En nuestra zona geográfica este periodo de tiempo se sitúa entre el final del invierno y el comienzo de la primavera.
El momento más señalado de estas fechas es el 21 de marzo, que se suele tomar como referencia para el comienzo de la primavera, aunque este año, por ejemplo, empieza el día anterior. Se trata, sin duda, de una fecha especial, pues el 21 de marzo se celebra, además, el Día Internacional de los Bosques y el Día Mundial de la Poesía. Una buena ocasión para contar y cantar las virtudes del arbolado urbano, nuestro particular bosque ciudadano.

Árbol, buen árbol, que tras la borrasca
te erguiste en desnudez y desaliento,
sobre una gran alfombra de hojarasca
que removía indiferente el viento...

Hoy he visto en tus ramas la primera
hoja verde, mojada de rocío,
como un regalo de la primavera,
buen árbol del estío.

Y en esa verde punta
que está brotando en ti de no sé dónde,
hay algo que en silencio me pregunta
o silenciosamente me responde…

 Antonio Machado, La gracia de tu rama verdecida