El
calendario celta, centrado en los árboles, nos sirve de inspiración para hacer nuestro calendario de los árboles. Iniciamos una serie de entradas en las que
destacaremos algunas de las cosas que los árboles nos ofrecen cada mes. No
pretende ser exhaustiva. Es, más bien, una invitación a acercarnos y percibirlos
con los cinco sentidos, a emocionarnos…
Un día de
invierno gris y opaco. Tienen,
el jardín
pereza, modorra las flores,
cansancio las
aguas, que apenas sostienen
erguidos los
chorros de los surtidores.
Luis
Gonzaga Urbina, Mariposas de enero
El comienzo de año es época de reposo, muchos árboles han perdido las hojas. Es tiempo de fijarnos en detalles que suelen pasar desapercibidos: las retorcidas raíces que quedan a la luz, los troncos (a veces rectos, otras veces con caprichosas e intrigantes formas), las tracerías de las ramas recortadas contra el cielo...
Aprovecharemos la ocasión para prestar atención al suave y fresco cojín de musgo que crece en su pie o a los líquenes sobre la corteza.
En este
tiempo, los árboles de hoja perenne son protagonistas, y siempre hay especies
que nos regalan sorpresas en forma de flores y frutos.
Fuentes consultadas:
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