Abramos la dulce tierracon amor, con mucho amor;
es éste un acto que encierra,
de misterios, el mayor.
Gabriela Mistral, Plantando el árbol
Para crear un pequeño vivero no hace falta disponer de un trozo de tierra, bastará con un pequeño espacio exterior (un rincón del patio, una terraza o, incluso, el alféizar de una ventana). Ni siquiera necesitamos macetas, podemos reutilizar diversos recipientes (tetra-briks, botes, botellas,...). Es realmente fácil, solo debemos seguir unos sencillos pasos:
1. Recolección
de las semillas: El otoño es la época ideal para recoger semillas (las bellotas
y las castañas, por ejemplo, germinan fácilmente). Es conveniente que las
semillas sean de buena calidad ("los buenos árboles dan buenas semillas y
las buenas semillas dan buenos árboles").
2. Preparación
de las "macetas” (si reutilizamos recipientes):
·
Cortamos
los envases a unos 20 cm de alto (las “macetas” deben ser lo suficientemente
grandes como para permitir el desarrollo de las plantas durante 1 o 2 años.
·
Hacemos
unos agujeros en la base para permitir que salga el exceso de agua de riego y
evitar, así, que se pudran las semillas o las raíces.
·
Podemos
colocar gravilla o arena gruesa en el fondo y luego la tierra.
3. Siembra:
Colocamos las semillas a una profundidad equivalente a 1'5 veces su tamaño y en
la posición que tomarían si cayeran a tierra de forma fortuita (las bellotas,
por ejemplo, en posición horizontal).
4. Riego:
Regaremos regularmente pero no en exceso, lo suficiente para mantener la tierra
húmeda (no encharcada).
5. Crecimiento:
Será emocionante ver despuntar los tallitos y observar cómo van creciendo. Cuando
el tamaño lo aconseje, cambiaremos el recipiente por otro más grande.
6. Trasplante:
Cuando los arbolitos tengan un año o dos se pueden plantar en el campo. Para
ello podemos aprovechar alguna "fiesta del árbol". Éste es un paso
importante, por lo que será conveniente pedir asesoramiento sobre cómo, cuándo
y dónde plantarlos.
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