En 2050, se espera que este número aumente al 66 por ciento. Los árboles urbanos juegan, y seguirán jugando, un importante papel en la calidad de vida de quienes vivimos en ciudades. A lo largo de su vida, los árboles pueden proporcionar un paquete de beneficios que vale dos o tres veces más que la inversión en plantación y cuidado.
Divulgar estos beneficios es uno de los objetivos de
este blog, y en esta ocasión nos hacemos eco de una publicación de la FAO
(Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)
donde se destacan 9 de estos beneficios:
1. Los
árboles pueden contribuir a aumentar la seguridad alimentaria y nutricional local,
proporcionando alimentos como frutas, frutos secos y hojas tanto para el
consumo humano como para el forraje. Su madera, a su vez, se puede utilizar
para cocinar y calentar el hogar.
2.
Los árboles juegan un papel importante en el aumento
de la biodiversidad urbana, proporcionando a las plantas y animales un
hábitat, alimento y protección.
3.
Un árbol maduro puede absorber hasta 150 kg de CO2 al
año. Como resultado, los árboles ayudan a mitigar el cambio climático.
4.
La ubicación estratégica de los árboles en las
ciudades puede ayudar a enfriar el aire entre 2 y 8 grados centígrados,
reduciendo así el efecto de "isla de calor" urbano y ayudando a las
comunidades urbanas a adaptarse a los efectos del cambio climático.
5.
Los árboles grandes son excelentes filtros contra
la contaminación atmosférica. Absorben gases contaminantes (como monóxido
de carbono, óxidos de nitrógeno, ozono y óxidos de azufre) y filtran partículas
finas (como polvo, suciedad o humo del aire), que quedan retenidas sobre las
hojas y la corteza. Así, los árboles pueden mejorar la calidad del aire,
haciendo de las ciudades lugares más saludables para vivir.
6.
Según muestran diversas investigaciones, vivir cerca
de los espacios verdes urbanos y tener acceso a ellos puede mejorar la
salud física y mental, por ejemplo disminuyendo la tensión arterial alta y
el estrés. Esto, sin duda, contribuye al bienestar de las comunidades urbanas.
7.
Los árboles maduros regulan el flujo del agua y desempeñan
un importante papel en la prevención de inundaciones y en la reducción de
riesgos naturales. Un árbol maduro de hoja perenne, por ejemplo, puede absorber
más de 15.000 litros de agua al año.
8.
Los árboles también ayudan a reducir las
emisiones de carbono y ahorrar energía. La colocación correcta de los
árboles alrededor de los edificios, por ejemplo, puede reducir la necesidad de
aire acondicionado en un 30 por ciento y reducir las facturas de calefacción en
invierno entre un 20 y 50 por ciento.
9.
La planificación de paisajes urbanos con árboles puede
aumentar el valor de una propiedad en un 20 por ciento y atraer
turismo y negocios.
En resumen, una ciudad con una infraestructura verde
bien planificada y gestionada se vuelve más resistente, sostenible y equitativa
en términos de seguridad alimentaria, mitigación y adaptación al cambio
climático, reducción de riesgos naturales y conservación de ecosistemas. Por lo
tanto, plantar árboles es necesario tanto para las generaciones actuales como
para las futuras.
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