lunes, 28 de octubre de 2024

Paleta otoñal

En otoño, los parques y jardines de la Villa se encienden. Una sinfonía de amarillos, rojos y naranjas tiñe la copa de los árboles y transforma su paisaje. Hayas, arces, liquidámbares, tilos, ginkgos y otras especies lucen esas tonalidades que nos invitan a mirar y disfrutar. 

Con los primeros fríos, sus hojas cambian de color y forman animadas alfombras al caer. Caminar por ellas, sintiendo el crujir de las hojas, es uno de los mayores placeres del otoño.

Esta siempre ha sido una estación que ha inspirado a diferentes artistas. Han reflejado, a veces, intensos colores cálidos contrastando contra el azul del cielo. Otras, en cambio, han preferido luces tenues y atmósferas melancólicas. Encontramos obras llenas de detalles y realismo, mientras que otras optan por la síntesis formal.

En esta ocasión, hemos elegido Otoño en el Sena, Argenteuil, de Claude Monet (1873), pero esta época del año ha quedado plasmada en centenares de cuadros a lo largo de la historia del arte. En ellos podemos encontrar nuevas miradas, que nos permiten enriquecer nuestros paseos por la Villa.


Las imágenes del pasado no mueren

en la Naturaleza, y al palidecer los días

en el cenit del Verano, vuelve a la tierra el Otoño

y el espíritu de las lluvias renace por el cielo.

      Friedrich Hölderlin, El otoño

 

Fuentes consultadas:

https://high.org/collection/

https://www.historiasenverde.com/otono-artistas/

https://pincelesymas.com/ 

https://trianarts.com/




jueves, 10 de octubre de 2024

Aliso

Haltz arrunta           

Alnus glutinosa

Familia: betuláceas

 

Comprendo que mi tristeza

no frenará la hierba.

Si los tallos vacilan

será sólo por el viento.

No me causa dolor

que los sotos de alisos

recuperen su murmullo.

Wisława Szymborska

Este ejemplar se encuentra en la parte superior de las laderas de Ribas.

Árbol de media altura (20-30 m), caducifolio. Originario de Europa, suroeste de Asia y noroeste de África.

Las hojas son redondeadas y con el ápice frecuentemente escotado. Una originalidad es que permanecen verdes hasta su caída. 

Flores pequeñas y poco vistosas, unisexuales, pero las de ambos sexos se encuentran en el mismo árbol. La floración se produce antes de aparecer las hojas. Comienza muy temprano en el año, incluso en los meses invernales. Las masculinas, se reúnen en inflorescencias alargadas y colgantes de tipo amento, amarillas. Las femeninas se agrupan en inflorescencias que acaban volviéndose leñosas, con apariencia de pequeñas piñitas. Pueden permanecer en el árbol incluso hasta la primavera siguiente. 


Su hábitat natural se encuentra en un suelo húmedo, cerca de ríos, estanques y lagos, pero también puede crecer en lugares más secos. Es una especie con interés desde el punto de vista ecológico. Sus formaciones son eficaces fijadoras y protectoras de las riberas. Además, sus raíces presentan nódulos en los que viven bacterias fijadoras de nitrógeno. Es decir, el aliso enriquece los suelos en dicho elemento, esencial para la vida.

No es muy longeva, rara vez pasa de los 150 años, y su crecimiento es relativamente rápido. La madera que produce es de excelente calidad, de tonos claros con duramen rojizo, muy vistosa y fácil de trabajar. Es duradera, sobre todo en contacto con el agua, por lo que se utiliza para pilotes sumergidos, diques, etc. Por ejemplo, buena parte de los pilares que sostienen las casas de Venecia son de aliso. Se ha utilizado también para leña y carbón vegetal. Este último entra en la fabricación de la pólvora (de gran calidad).

Una leyenda de Sara cuenta que el eje de los molinos de la zona era de roble, y se quemaba con frecuencia (por el rozamiento), con lo que el molino dejaba de trabajar. El del Basajaun, en cambio, duraba mucho. San Martin mandó anunciar que su molino funcionaba sin problemas.

“Eso quiere decir que le ha puesto ya el eje de aliso” —comentó el Basajaun—.

“Se lo pondrá” —contestó el pregonero.

Y gracias a este ardid, la gente se pudo beneficiar de las propiedades de la madera del aliso.

Alnus era el nombre latino del aliso, es de raíz indogermánica y viene a significar “reluciente”, por los vivos colores rojos y anaranjados que adquiere la madera al ser golpeada o cortada. El epíteto específico glutinosa quiere decir “pegajosa”, por la viscosidad de sus yemas.

 

Fuentes consultadas:

https://www.arbolapp.es/especies/ficha/alnus-glutinosa/

https://www.arbolesibericos.es/especie/alnusglutinosa

https://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada