El Foro
Económico Mundial ha publicado recientemente su informe anual (esta es la 16ava
edición) sobre Riesgos Globales. Entre los diez mayores riesgos globales
identificados para 2021 figuran: Clima extremo, Fracaso de la acción climática,
Daño ambiental humano, Pérdida de biodiversidad y Crisis de recursos naturales.
Independientemente de la simpatía que sintamos por el Foro, los riesgos
señalados son reales, y, aunque en principio parezca que nada tienen que ver,
los árboles urbanos pueden ayudar a reducirlos.

En efecto, según
la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura) la ubicación estratégica de los árboles en las ciudades puede
ayudar a enfriar el aire entre 2 y 8 grados Celsius, reduciendo así el efecto
de "isla de calor" urbano y ayudando a las comunidades urbanas a
adaptarse a los efectos del cambio climático. Además, los árboles ayudan a
mitigar este cambio climático ya que absorben CO2. También contribuyen a reducir las emisiones de
carbono contribuyendo a la conservación de la energía. Por ejemplo, la
colocación correcta de los árboles alrededor de los edificios puede reducir la
necesidad de aire acondicionado en un 30 por ciento y reducir las facturas de
calefacción en invierno entre un 20 y 50 por ciento.
Además, se
convierten en buenos filtros para contaminantes urbanos y partículas finas.
Absorben gases contaminantes (tales como monóxido de carbono, óxidos de
nitrógeno, ozono y óxidos de sulfuro) y filtran partículas finas como polvo,
suciedad o humo del aire atrapándolos sobre las hojas y la corteza.
La floresta
regula el flujo del agua y desempeña un papel clave en la prevención de
inundaciones y en la reducción de riesgos de desastres naturales. Un árbol
maduro de hoja perenne, por ejemplo, puede interceptar más de 15.000 litros de
agua al año.
El arbolado
juega un papel importante en el aumento de la biodiversidad urbana, proporcionando
hábitat, alimentos y protección a plantas y animales. Asimismo, puede
contribuir al aumento de la seguridad alimentaria y nutricional local, ya que
proporciona alimentos, como frutas, frutos secos y hojas.
Por lo
tanto, parece claro: plantar árboles hoy es clave, tanto para las generaciones
presentes como futuras.
Arbaso
pakezale agurgarri orrek
iñorentzat
onginaia besterik izan ez dek.
Betidanik, eskale
labur, emale eder:
ire bizi guztian,
txarkeri bat al-duk ager?
Xabier Lizardi, Zuaitz etzana