sábado, 28 de mayo de 2016

Catalpa común

Nombre en euskara: Katalpa

Nombre científico: Catalpa bignonioides

Familia: Bignoniáceas


A mis espaldas el sol hace temblar las hojas de la catalpa
en la blanca pared.  
                                         José kozer.


Este joven ejemplar se encuentra en la calle Ramón y Cajal, junto al Centro Social Repélega.


Árbol caducifolio de hasta 15m, procedente del sureste de Norteamérica.
Corteza gris parda, finamente asurcada, se desprende en escamas.
Hojas muy grandes, acorazonadas y largamente pedunculadas. Las hojas de la catalpa son las más grandes de todas las hojas simples caducas. Pueden alcanzar hasta 30 cm de longitud.
Flores: inflorescencias cónicas, flores de color blanco con franjas amarillas y manchas púrpuras en el interior.
Frutos: legumbres largas (20-40 cm), delgadas y redondas.

Es de crecimiento rápido, y tiene una longevidad media.

Catalpa es el antiguo nombre nativo dado a esta especie. Bignonioides, alude a la semejanza de sus flores con las de una bignonia, planta de la misma familia.

domingo, 22 de mayo de 2016

Castaño de Indias

Nombre en euskara: Indigaztainondoa.

Nombre científico: Aesculus hippocastanum.

Familia: Hipocastanáceas.

“Jupka se sentó a los pies del Waganupa, donde cortó palitos rectos de castaño de Indias, como estos que tengo en la mano. Colocó un palito –así- en el suelo, en dirección este-oeste; le echó un poco de humo –así- de su pipa de piedra; y dijo al palito: “¡tú eres un Yahi! Tú eres un hombre, hisi, el primer hombre del pueblo”. Luego, Jupka colocó un palito corto en el suelo, le echó un poco de humo y dijo como antes: “¡tú eres un Yahi! Tú eres una mirimi, una mujer, la primera Yahi del pueblo.”
(Theodora Kroeber, Ishi, el último de su tribu)

Este atractivo ejemplar se encuentra en la Plaza del Solar.

Magnífico árbol caducifolio de hasta 25m, procedente de los Balcanes y el Cáucaso.
Corteza marrón grisácea, desprendible.
Hojas palmeadas, con 5-7 folíolos grandes dentados, de color verde oscuro -más claro por el envés-.
Flores blancas agrupadas en forma piramidal, llamativas y olorosas.
Fruto: cápsula verde (posteriormente se vuelve ocre) con púas blandas, que encierra las “castañas locas”. Éstas son ligeramente venenosas para los humanos, aunque los demás mamíferos las pueden comer.
Tiene una velocidad de crecimiento rápida, y es bastante longevo.

Aesculus es el nombre latino de una encina. Hippocastanum significa castaña para caballos, quizás porque el fruto de esta especie se ha utilizado como forraje para equinos.

domingo, 15 de mayo de 2016

Árboles y ciudad. Servicios ambientales

“No es en los anchos campos o en los jardines grandes donde veo llegar la primavera. Es en los pocos árboles pobres de una plazuela de la ciudad. Allí, el verdor destaca como una dádiva y es alegre como una tristeza buena”
                                                                           Fernando Pessoa, Libro del desasosiego


El arbolado de parques, plazas y calles tiene una importante incidencia en la calidad de vida de la ciudadanía. Grandes o pequeños, viejos o recien plantados, solitarios o agrupados, los árboles son retazos de naturaleza entre el asfalto y el cemento. Hacen más agradables y acogedores los espacios en los que se encuentran, y animan nuestros sentidos. En sucesivas entradas repasaremos los numerosos beneficios que nos aportan, empezando por los “servicios ambientales”.

Servicios ambientales:
Suavizan la temperatura ambiental. La cubierta vegetal protege suelos y fachadas de la incidencia de los rayos solares en días calurosos, evitando su recalentamiento y reverberación por acumulación de calor. Por otra parte, la caída de la hoja permite disfrutar de la radiación solar en los días fríos. Además, constituyen un freno contra el viento, ofreciendo protección.
Reducen la contaminación. Aunque la tolerancia a la contaminación varía de unas especies a otras, los árboles son capaces de absorber concentraciones moderadas de SO2, óxidos de nitrógeno y otros contaminantes atmosféricos. Otra forma de limpiar el aire es la captura, por parte de las hojas del polvo y de las partículas suspendidas en el aire, que posteriormente son arrastradas por la lluvia al suelo. Asimismo, disminuyen la contaminación microbiológica, ya que tienen efectos antibióticos debido al ozono emitido por las hojas, y a la producción de una serie de compuestos antibióticos, llamados fitoncidas. No acaba aquí su función higiénica ya que, siendo el ruido otra forma de contaminación, los árboles constituyen filtros naturales que lo amortiguan, en particular los sonidos de alta frecuencia (agudos).
Aportan oxígeno y captan CO2. Esto ocurre cuando hay luz solar,  por medio del proceso de fotosíntesis. Al contario, durante la noche captan oxígeno y expulsan CO2, pero el balance resulta claramente a favor de la producción de oxígeno, mejorando la calidad de la atmósfera. Por otra parte, al captar CO2 los árboles pueden contribuir a almacenar este gas de efecto invernadero. Esto se producirá siempre que la cantidad de carbono captado debido al crecimiento y la plantación sea mayor que la cantidad perdida debida a la mortalidad.

Aumentan la biodiversidad de la ciudad. Favorecen la vida de numerosos animales y plantas. Las aves, por ejemplo, encuentran entre las ramas y hojas un buen lugar para el cobijo y el reposo; gran cantidad de pequeños animales viven en la rugosa corteza, los musgos y líquenes se asientan en troncos y ramas, etc. Por otra parte, frente a la rutina de unas pocas especies, la diversidad es un importante valor ecológico y cultural.

domingo, 8 de mayo de 2016

Árbol del amor

Nombre en euskara: Judasen arbola 

Nombre científico: Cercis siliquastrum

Familia: Leguminosas

Sus hojas tienen forma parecida
a la del corazón enamorado
que sueña, recordando su pasado, 
los años más felices de su vida.
  Juan Cuerda Barceló, El árbol del amor

Este bonito ejemplar se sitúa en el Parque La Florida.

Pequeño árbol caducifolio de hasta 10m de altura. Copa irregular, abierta, algo aparasolada, con el ramaje tortuoso. Originario del Mediterráneo.

*  Corteza fisurada de color marrón negruzco.
*  Hojas de base acorazonada y ápice redondeado.
*  Flores de color lila rosado. Generalmente aparecen antes que las hojas, en grupos sobre las ramas viejas.
*  Fruto: legumbre plana y colgante, de color pardo rojizo. Permanece en el árbol durante bastante tiempo.
*  Presenta una velocidad de crecimiento media, al igual que su longevidad.


Cercis es el antiguo nombre griego del árbol. Siliquastrum significa con fruto en siliqua (tipo de fruto en forma de vaina con tabiques entre cada semilla). El nombre “árbol del amor” procede de sus hojas en forma de corazón. Su otro nombre, árbol de Judas, proviene de la tradición que dice que Judas, tras entregar a Jesús, se ahorcó en un árbol de esta especie.
Muy utilizado en pequeñas plazoletas y en alineaciones de calles estrechas.
Fundamentalmente, se usa como árbol ornamental por su cambiante belleza: en primavera su temprana floración colorea todo el árbol, luego predomina el verde de sus hojas; en otoño sus frutos adornan el árbol, y en invierno quedan a la vista sus retorcidas y oscuras ramas.


sábado, 30 de abril de 2016

Aligustre

Nombre en euskara: Aligustrea

Nombre científico: Ligustrum lucidum

Familia: Oleáceas


     Tarde soleada,
     aroma de aligustre,
     sueños de infancia,
     tiempo de mariposas…


Este espléndido ejemplar se encuentra en el “Campo de la Iglesia”, junto a la Torre de Salazar.

Árbol siempreverde que crece hasta 12m. Denso, con la copa redondeada y frondosa. Procedente de China y Japón.

Corteza lisa, de color gris oscuro.
Hojas oval-lanceoladas, coriáceas y puntiagudas, de color verde oscuro.
Flores blancas, agrupadas en numerosos ramilletes.
Fruto: drupa de color negro azulado.
De crecimiento rápido, tiene un tiempo de vida corto.

Ligustrum es el antiguo nombre latino de este árbol. Lucidum, del latín, significa lustroso, brillante, aludiendo al brillo de sus hojas.
Soporta bien la contaminación del tráfico, por lo que es usado en alineaciones de calles. Con más de 1.000 ejemplares, es la especie más abundante en Portugalete.


domingo, 24 de abril de 2016

Simbolismo y tradiciones (II)

El culto a los bosques sagrados y al árbol era un elemento común a numerosos pueblos, incluido el vasco. Algunas de las costumbres que hundían sus raíces en este antiguo carácter sagrado del árbol y del bosque han perdurado hasta tiempos recientes. Un ejemplo de ello es la “fórmula ritual”, recogida por R. M. Azkue, que usaban los leñadores antes de la tala: guk botako zaitugu eta barkatuko Isuzu (nosotros te derribaremos, perdónanos).
Julio Caro Baroja, en su obra Sobre historia y etnografía vasca, afirma que, derivado de la veneración religiosa por el árbol, “queda todo un cuerpo de principios de Derecho, más o menos consuetudinarios, más o menos escritos, que hacen que los árboles, y antes que ninguno el roble, tengan un significado profundo en la vida colectiva, política y legal”.
En efecto, entre todos los árboles, era el roble el de mayor importancia en la cosmovisión vasca. Y, como reflejo del antiguo sentimiento religioso, durante mucho tiempo ha inspirado un gran respeto. Así, por ejemplo,  numerosas juntas se celebraban bajo el roble, que era considerado como el árbol de los árboles.


Sólo después de jurar “so el árbol” se es señor; sólo legislando “so el árbol” se hace ley; sólo convocando “so el árbol” un hombre puede ser acusado y condenado o absuelto de un modo legal.
                                     Julio Caro Baroja

Los robles de Aretxabalagana, Arriaga y Gernika son ejemplos de estos árboles junteros, siendo este último el más conocido.

Gernikako arbola
da bedeinkatua
euskaldunen artean
guztiz maitatua,
eman ta zabaltzazu
munduan fruitua
adoratzen zaitugu
arbola santua."
(J. M. Iparragirre)

Un joven descendiente del Árbol de Gernika ocupa ahora el lugar donde se encontraba otro árbol simbólico: el “árbol Malato”, que señalaba el límite del Señorío de Bizkaia.

En definitiva, el árbol es parte de nuestra cultura, está presente en la mitología, en el folklore, en la toponimia, en los apellidos y en muchos de los símbolos que identifican el País Vasco.


lunes, 18 de abril de 2016

Árboles para la Tierra

Éste es el tema elegido para el Día Internacional de la Madre Tierra de este año. En 2009, teniendo en cuenta que en numerosos países se celebra el Día de la Tierra, la Asamblea General de Naciones Unidas decidió designar el 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra. Este año coincide con la ceremonia de firma del Acuerdo de París sobre cambio climático, aprobado el 12 de diciembre de 2015 en la capital francesa. El acuerdo, firmado por los 196 Estados partes de la Convención Marco sobre Cambio Climático, fija el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados, para lo cual será necesario reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

La elección del tema no es casual, ya que existe una clara relación entre el objetivo establecido en el Acuerdo de París y los árboles. Estos absorben CO2 de la atmósfera, uno de los gases de infecto invernadero, por lo ayudan a mitigar el cambio climático.

“Plantar, abrazar o dibujar un árbol para marcar la firma del Acuerdo de París y para celebrar Día de la Madre Tierra es una expresión de solidaridad, amor y esperanza“, señalaba recientemente en un comunicado Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

Desde este blog, queremos unirnos a esta expresión de esperanza, que necesariamente nos remite a la acción y al cambio necesarios para acercarnos a una forma de vida más sostenible.